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Creatividad Libertina

Un relicario...

"... ¿Cómo puedo amar tanto a alguien de quien desconozco su rostro…?"—se preguntaba Alfredo, en medio del salón—“…sentir esta profunda y conmovedora emoción, por una persona de la que ni siquiera tengo una imagen…?

 

En su mano sostenía un pequeño dije de oro, grabado con orlas florales. Éste estaba abierto, mostrando su desnudo interior. Alfredo lo miró con aprehensión, como intentando dibujar con su mente la fotografía de aquella mujer por la que tanto suspiraba. En vano creaba y recreaba retratos suyos, mas su etérea materia los devolvía nuevamente al vacío del que provenían.

 

¡Dios!”—exclamó para sus adentros— “estoy enamorado de una mujer de humo, a la que sólo yo puedo ver, oler y sentir, pero de la que tampoco tengo un retrato. Ella está allá lejos de mí, mirando al cielo de Praga, y yo aquí, con este relicario vacío al lado de mi corazón, palpitando sin cesar al ritmo de su nombre…

 

Fragmento del borrador de “El espíritu del Pórtico”

1 comentario

Evitame Porfavor -

El humo tiene forma?