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Creatividad Libertina

Ella...

No era de carne aún, cuando ya la amaba. Esta historia comenzó mucho antes de que sus personajes tomáramos conciencia de la misma. Es como una de esas legendarias épicas, que rememoran los cantares de épocas sin parangón. Así fuimos nosotros. Así, sin saberlo, nos enrolamos en las líneas de un relato eterno; un sueño sin lugar ni tiempo, del que nadie creería su fuerza; del que nunca escucharán otro similar.

 Nuestras esencias flotaban en el ambiente de ese viejo portal donde nació esta historia. No había más, como al inicio de los tiempos. Tan sólo un ápice de su ser fue necesario en mis sentidos, para saber que ella era la mujer de mi vida. Aún no la conocía. Pasó mucho tiempo antes de saber su nombre, sus facciones y detalles. En aquel instante, todo eso resultó suplementario. Manierismos que engalanan sus rincones.

Aquella noche de sombras, sumido en el teatro de Praga ante mis ojos, descubrí sus líneas más básicas, las justas y necesarias para afirmar, sin miedo a equivocarme, que era ella la indicada; la que merece la pena estar a su lado, hasta el fin de los tiempos…

 

—Cap I, Primer boceto de “El espíritu en el pórtico”,

 David Castillo.—

1 comentario

Evitame Porfavor -

¿Ella se materializará?